Si usted sabe quién fue Tachenko e incluso le pone cara y bigotazo, probablemente estará mucho más cerca del tardeo que de las discotecas. Y algo de eso les pasa a al grupo zaragozano con nombre de gigantesco baloncestista soviético, que tras un puñado de buenos discos y un montón de temazos pop, acaban de publicar Las discotecas de la tarde: un trabajo más calmado, algo melancólico y con letras que miran también la vida por el retrovisor.
Sergio Vinadé y Sebas Puente vuelven a tramar delicadas canciones pop marca de la casa, pero muestran esta vez una versión de sí mismos menos alegre. Será cosa de la edad, ¿por qué no? La palabra aparece en las letras del disco y en la portada hay una niña a punto de tirarse por un tobogán. Cualquier tarde podrán ver a papás y mamás apurando un gin tonic a la vera de cualquier parque infantil donde juegan sus niños. Es el signo de sus tiempos: de la juerga nocturna a la salida vespertina. No es lo mismo, pero está bien.
También está bien esta última versión de Tachenko. Sigue habiendo estribillos luminosos en su chistera y sus guitarras, aunque hayan bajado las pulsaciones. Como siempre, sus melodías van conquistándonos poco a poco, sin hacer demasiado ruido y a base de unas letras que dejan poso conforme se acumulan las escuchas. Ganas de volver a verlos muy pronto en directo.
LAS DISCOTECAS DE LA TARDE
Tachenko
Limbo Starr
Periodista. Director Interfaz Magazine