Fotos: Josele Bort

Han pasado ya quince años desde que Antonio Ballester y Tomás Vázquez Lépinette fundaron Tomarial. Ambos venían de grandes firmas y abrieron su propio despacho con la idea de aunar la excelencia de las big four con la cercanía y el trato personal hacia los clientes. Su modelo se ha consolidado en una firma boutique que es referente en Valencia y que no ha dejado de crecer, sumando profesionales y ampliando su abanico de servicios especializados a empresas. Antonio Ballester, Socio Director de Tomarial, hace repaso de esta aventura iniciada en 2007.

– Los premios de Expansión Jurídico situaron en 2021 a Tomarial como uno de los diez mejores despachos boutiques de España. ¿Tiene eso más mérito desde Valencia?

– Sin duda que lo tiene. Valencia es un mercado ni tan grande ni tan visible como lo es Madrid. Eso exige un esfuerzo mayor: el jurado es de Madrid y se reúne allí. Lograr ese reconocimiento un despacho valenciano creo, humildemente, que tiene un mérito extra.

– En 2007 fundó el despacho junto a Tomás Vázquez Lépinette. ¿Ha cumplido Tomarial hoy con la idea que tenían cuando empezaron?

– Tomarial ha cumplido y ha superado nuestras expectativas. Ha sido un periplo apasionante, una experiencia muy enriquecedora y a quince años vista, desde luego que sí. Quisiera destacar el papel que ha tenido el equipo en este crecimiento, un equipo que también ha ido creciendo y que nos ha acompañado. Nuestra idea de origen fue ofrecer la calidad que garantizan las grandes firmas, donde habíamos trabajado Tomás y yo, combinando la excelencia con una mayor proximidad con los clientes, cercanía, disponibilidad… Lo hemos hecho desde que nacimos.

– Su modelo se basa también en el crecimiento continuo. ¿Cómo se logra eso y cómo planean seguir haciéndolo?

– Hemos hecho un gran esfuerzo en ofrecer una carrera profesional a nuestros abogados, invirtiendo mucho en su formación, apostando por darles cada vez mayor responsabilidad y dedicando muchas horas al aspecto personal del equipo humano. Si el equipo no crece, es imposible que un despacho mejore. Ahora se habla mucho del dilema en las firmas entre rentabilidad o crecimiento. Tomarial siempre ha apostado por el crecimiento.

– Esa ambición de crecimiento les ha llevado a absorber otras firmas.

– Siempre hemos pensado que eso redunda en la mejora del servicio a nuestros clientes. Y que es una comodidad disponer de servicios integrales, incluir todas las áreas que una empresa puede necesitar. Lo tributario, mercantil, laboral… siempre pensamos que era lo mejor ofrecerlo desde un mismo despacho y los clientes nos lo han ido confirmando con el paso del tiempo. Somos los abogados de muchas compañías que se dejan asesorar por nosotros en todas las cuestiones legales, sean del ámbito que sean. Si es bueno para nuestros clientes, siempre hemos de esforzarnos por cubrirles en todas sus necesidades. Y una buena manera de conseguirlo ha sido incorporando buenos profesionales, en algunos casos absorbiendo firmas especializadas que nos han aportado talento y experiencia.

– Despacho boutique con muchas áreas. Y cada vez más. ¿Cuáles son los nuevos servicios que más han crecido en los últimos años?

– Ha influido mucho la coyuntura, la evolución de los mercados… desde la pandemia el departamento jurídico laboral ha experimentado un gran crecimiento: los ERTE, toda la legislación que hubo en materia laboral desde ese momento… Las empresas demandaban más servicios y hemos respondido. También destacaría en los últimos tiempos todo el asesoramiento en torno a la insolvencia y las reestructuraciones. Nuestra área fiscal no ha dejado de crecer desde nuestro nacimiento y es la que más profesionales aglutina en Tomarial, la que más negocio genera. Y el área de cumplimiento normativo, que ha tenido mucho impulso desde que se dispuso la responsabilidad penal de las personas jurídicas. El protocolo penal preventivo ha dejado de ser exclusivo de las grandes empresas y ya lo están implementando las pymes, que se dan cuenta de la protección que les aporta y lo necesario que es disponer de él. Desde hace un par de años también nos encargan trabajos de compliance tributario.

– Enfocados en la empresa. ¿Cómo han variado las necesidades de sus clientes en este tiempo?

– Las circunstancias de mercado y las normativas han ido marcándolas. Con el actual Gobierno se está viviendo la etapa con mayor regulación administrativa y legal que yo recuerdo. España ahora mismo es un país con un altísimo intervencionismo, con un nivel de regulación que afecta directamente a nuestras empresas. Es una cantidad ingente, profusa, y a veces difusa, de regulación. Eso hace necesario tener cerca a un abogado, un asesor que pueda leer e interpretar todo el abanico de nueva normativa que se promulga, sobre todo en los ámbitos fiscal y laboral. Nos ha obligado a hacer un esfuerzo de estudio y análisis de normativa. En este sentido la época de la pandemia fue durísima, por la muchísima norma que se publicaba y porque afectaba muchísimo a nuestros clientes en un momento muy complejo para las empresas.

– La postpandemia también es un escenario cambiante para las empresas…

– La digitalización nos ha obligado a todos a adaptarnos y el escenario ha cambiado: hay compañías que en su día apostaron por producir fuera y deslocalizar y ahora emprenden el camino inverso, de vuelta a España. El coste de materias primas, de fletes, transporte, carburantes y energía o la igualación de los costes de mano de obra hace que los números cambien. Hace tiempo que no conozco a nadie que esté en proceso de montar fábrica en China, hoy en día la clave es producir donde tengas acceso a los recursos energéticos más económicos y si es con una planta solar a tu lado, mejor.

– Tras la pandemia, Tomarial no solo apostó por la tecnología. También amplió su sede y dispuso nuevas salas para la atención presencial. ¿Por qué?

– En cualquier momento en este despacho puede haber cinco videoconferencias simultáneas de profesionales de Tomarial con sus clientes. Y eso es gracias a la ampliación del despacho, que nos ha permitido disponer en el Edificio Europa de cinco salas equipadas con la mejor tecnología de audio y vídeo. Estamos preparados para la atención presencial de quien la requiera y también online, porque la calidad de estas conexiones hace que sea cómodo: cada vez hay menos diferencia entre una reunión virtual y el cara a cara.

– Cercanía, pero también sedes en Madrid y Barcelona. Y una apuesta muy destacada por las alianzas internacionales. ¿Qué aporta eso?

– Tenemos una visión global. Tener presencia en Barcelona y Madrid nos permite atender a clientes de allí y también poder atender mejor las consultas que nos llegan sobre la fiscalidad de Madrid. Puede gustar más o menos, pero despierta un interés por su atractivo fiscal. Tomarial tiene mucho interés por las alianzas internacionales porque nos permiten ofrecer un acompañamiento de calidad a los clientes que quieren salir al exterior. Las empresas de la Comunidad Valenciana tienen una gran tradición exportadora y vocación de internacionalización. Hay muchísimos ejemplos de empresarios pioneros en salir a vender fuera y que han hecho grandes sus compañías con ese atrevimiento, sin saber ni siquiera idiomas.

– ¿Madrid hace competencia desleal al resto de comunidades en materia fiscal?

– Si fuera desleal se tendría que ir a los tribunales a denunciarlo. Madrid está aprovechando el marco actual de financiación autonómica y su margen de autonomía fiscal para mantener una exención del cien por cien en el Impuesto sobre el Patrimonio. Por supuesto hace competencia y es un polo para atraer empresas y directivos. En cualquier caso, en este debate también deberíamos incorporar los regímenes forales de Navarra y el País Vasco.

– Usted es crítico con la situación fiscal que viven las empresas en España. ¿Pagan demasiados impuestos?

– Yo soy crítico con este sea un país subvencionado. Hay una excesiva dependencia de subvenciones finalistas, que requieren una gran carga administrativa de tiempo, esfuerzo y dinero, y que demasiadas veces no sirven para nada. Echo de menos un sistema de incentivos fiscales como el que había en los años 80 y 90 sobre el Impuesto de Sociedades, que permitía ahorrar impuestos a quien invertía y creaba empleo. Esas eran las dos deducciones principales y no dependían de ninguna subvención: premiaban a quien estaba creando riqueza con un sistema más sencillo y mejor. Se han ido eliminando deducciones, como la de inversiones medioambientales, que era un buen incentivo para la sostenibilidad. Las empresas y los empresarios sienten que pagan muchos impuestos y más en la Comunidad Valenciana. Somos la comunidad líder, tenemos el tipo marginal más alto en el IRPF: sumando el tramo estatal y autonómico se sitúa en un 54%. En algún momento el Constitucional ha dicho que un gravamen por encima del 50% se puede considerar confiscatorio.

– ¿Qué debería hacerse en la Comunidad Valenciana?

– Hay un ejemplo ahora con la crisis de la guerra de Ucrania. Las empresas que hacían negocios con este país y Rusia están muy afectadas y lo que ha hecho el president Ximo Puig es bajar las tasas, en vez de bajar impuestos. Eso es algo marginal, lo que habría que hacer es deflactar la tarifa autonómica de los impuestos, que se tiene la competencia para ello. Eso sería una medida que agradecerían los contribuyentes.

– La CV es tierra de pymes. ¿Qué se debería hacer desde la administración para ayudarlas?

– Una medida clara, que ha caído en el olvido, sería solicitar al gobierno de la Generalitat Valenciana que elimine el actual tope de diez millones de euros de facturación, que impide aplicar la reducción del 99% en las transmisiones por herencia de las empresas familiares. Eso en nuestro tejido empresarial es una barrera: hay muchas compañías familiares a las que no les interesa subir su facturación por encima de esa cifra si tienen en el horizonte una transmisión entre generaciones. Se desincentiva su crecimiento, con unas cargas enormemente gravosas para la transmisión por herencia si facturan más de diez millones. Sigue siendo una demanda clamorosa para que se apoye a las pymes y está en manos del Gobierno valenciano. Hay que apoyar que perduren generaciones de empresarios valencianos.

– ¿Tomarial está abierto a absorber más firmas para seguir creciendo?

– Por supuesto. Si hay una buena oportunidad de incorporar profesionales que mejoren nuestros servicios, la valoramos con todo el interés. Somos un despacho comprador y nos llegan ofertas que siempre estamos dispuestos a analizar.

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