En los colegios tenemos muchos “tipos” de maestros. Todos conocen a los tutores, y a los maestros de Inglés o Educación Física, pero existen otros tipos de especialistas menos conocidos, algunos de ellos reciben el curioso nombre de “maestros de AL (a ele)”. Lamentablemente, es frecuente escuchar este tipo de comentarios con un toque de humor y una buena dosis de creencias equivocadas, y estas afirmaciones vienen precisamente del propio gremio docente… “¡Qué bien viven los maestros de AL!”. Hoy vamos a conocer una realidad que quizás sorprenda a muchos, vamos a hablar con Arantxa Lizana Orosa, una maestra de AL (Audición y Lenguaje) y de Infantil del CEIP La Coma, en Paterna.

– ¿Realmente los maestros/as de Audición y Lenguaje (AL) vivimos tan bien?, ¿en qué consiste el trabajo de AL?

– Quien experimenta la especialidad por sí mismo o trabaja coordinadamente con una AL, sabe que no es tan bonito como se pinta. Si bien es cierto que siempre hemos centrado nuestra intervención en los aspectos de comunicación y lenguaje, adaptando nuestra labor a las características y necesidades de cada uno de nuestros alumnos/as, Nuestra respuesta educativa ha vivenciando grandes cambios, aunque aún quedan centros que sensibilizar y miradas que cambiar.

– ¿De qué se trata este cambio?

– Se trata de la inclusión, el gran cambio que se está llevando a cabo y que da más sentido que nunca al hecho de trabajar dentro de las aulas ordinarias sin necesidad de sacar al alumnado al aula de AL.

– ¿Cómo lo llevamos a cabo?

– Intentamos dejar en segundo plano el aula de AL, siempre que sea posible, y consideramos nuestras, todas las aulas de nuestro alumnado. Obviamente, debemos tener en cuenta las características de cada uno de ellos/as y la funcionalidad de los aprendizajes. En ocasiones, se tendrán que realizar sesiones más individualizadas y en otros casos, se podrán llevar a cabo sesiones muy concretas fuera del aula en las que se inicien aprendizajes que luego generalizaremos en el aula de referencia. En cualquier caso, en el momento en el que valoremos la idoneidad de realizar sesiones inclusivas, se realizarán las adaptaciones oportunas para que el Alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo y el resto de alumnado del aula puedan participar y disfrutar, siempre teniendo en cuenta el Diseño Universal de Aprendizaje. Para que esto sea posible, es imprescindible la coordinación con la tutora o tutor. No se trata de preparar una sesión e impartirla o de sentarse al lado del alumnado para ayudarle en la tarea del libro. Se trata de trabajar conjuntamente y planificar situaciones de aprendizaje en las que además de trabajar contenidos curriculares, nos desprendamos del método tradicional y convirtamos al alumnado en agentes activos de su propio aprendizaje. Con este propósito, podemos orientar las sesiones hacia diferentes metodologías como: 

Aprendizaje cooperativo: Distribuyendo al alumnado en grupos heterogéneos con roles concretos dentro de ellos y realizando dinámicas cooperativas que permitan trabajar conjuntamente en una actividad y, a su vez, ayudarse unos a otros.

Un ejemplo de actividad sería la de “folio giratorio” que consiste en utilizar un folio por equipo y que éste vaya pasando de un alumno/a a otro/a para completar de acuerdo a la temática trabajada y realizando acciones como: escribir, pegar, dibujar…

Aprendizaje basado en juegos: Podemos utilizar juegos comercializados o de creación propia dándoles una finalidad educativa.

Algunos ejemplos serían: 

– Actividades de robótica con un ratón robot: Nos permiten trabajar conceptos espaciales (derecha, izquierda, delante, detrás), temporales (antes y después) así como vocabulario de diferentes campos semánticos, reglas ortográficas, verbos… Podemos planificar el recorrido a trazar antes de realizarlo mediante unas imágenes de flechas

– Juego de los monos de Tedi: Trabajamos los colores a través de los palitos y los monos, los números mediante el conteo de la cantidad de monos que han caído; y conceptos espaciales (Arriba, abajo, dentro, fuera) a la hora de poner y quitar palitos.

– Carrera de letras de la editorial Lúdilo: Nos permite trabajar vocabulario, conciencia fonológica y lectoescritura.

Todas estas actividades pueden ser explicadas de manera verbal y también con apoyo visual para facilitar la comprensión del alumnado. Además, dependiendo de la actividad, podemos plantear estaciones de aprendizaje o realizarlas en gran grupo.

Gamificación: Una vez trabajados ciertos contenidos, se les presenta una historia con una serie de obstáculos y recompensas mediante un “break out” para poner en práctica lo aprendido. A través de la resolución de diferentes cuestiones, consiguen abrir candados y cajas.

Como conclusión, he de indicar que detrás de estas propuestas hay unas características comunicativo-lingüísticas concretas, mucho esfuerzo, mucha implicación y que, para llegar a ello, también he tenido que escuchar frases que a muchos les resultarán familiares como: » Es que quiere estar contigo porque jugáis», » espero que esto no sea todas las semanas porque tengo que acabar el libro»…

Dicho esto, os animo a innovar en las aulas teniendo en cuenta las fortalezas y barreras de vuestro alumnado y a trabajar en equipo para conseguir que poco a poco la inclusión sea una realidad.

Por suerte, cada día hay más docentes que se salen de las metodologías tradiciones, de esas fichas fotocopiadas tradicionales que se utilizaban hace años y demuestran que hay una forma más dinámica de potenciar el lenguaje comunicativo. Gracias Arantxa por enseñarnos esa realidad de la labor docente de los profesores de “Audición y Lenguaje”.

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