Fotos: Josele Bort

Hace 10 años que Jaime Álvarez está al frente de la empresa cárnica Gourmet S.A, una compañía valenciana de origen familiar que se ha metido en los hogares de toda España. Álvarez, bilbaíno de origen y de corazón, ha llevado a cabo esta labor con su particular receta: poniéndole pasión, buena actitud y mucha empatía con el equipo. Esto ha hecho que Gourmet se consolide como una empresa líder en su sector en ámbitos clave como la seguridad alimentaria, la sostenibilidad o el compromiso con el entorno local. En un contexto en el que la carne ha entrado en el debate público, Interfaz habla con Jaime Álvarez para conocer su punto de vista sobre este y otros temas del sector.

– Jaime, primero que nada, ¿algún mensaje para los veganos?

– Claro que sí: Bienvenidos. Creo que hay que ser muy respetuoso con lo que la gente quiere y de qué manera elige consumir. Eso sí, les pedimos que hagan buenas elecciones a la hora de confeccionar sus dietas, que sepan muy bien lo que hacen y que no lo interpreten como una moda. En el mundo cárnico nos llama la atención que algunos buscan productos que, siendo veganos, sepan a lo que más les gusta. Y por eso los fabricantes estamos pensando en cómo hacerlos quitando lo que ellos han decidido dejar de consumir. Nos lo ponen complicado, pero tenemos que atenderles, creemos que es un colectivo interesante y que sabe lo que quiere y lo que no quiere.

– ¿Y tienen la percepción de que va a más?

– Sí. Tenemos la sensación de que no va a ser una moda pasajera. Es verdad que habrá un nicho, un colectivo que no será masivo en los próximos 10 o 12 años, pero será un colectivo interesante en cuanto a número y en cuanto a hábitos.

– ¿A la carne le falta marca en España?

– No. Creo que somos consumidores de carne a nivel nacional, comemos carne y buena carne. Consumimos igual algo más de lo recomendable para la salud, y posiblemente sí que deberíamos reducir su consumo o equilibrarlo entre más alimentos. España es muy carnívora. Nos gusta la buena carne, nos gustan los chuletones, la morcilla, la chistorra… No creo que nos falte marca España en cuanto a carne, y de hecho somos grandes exportadores en el mundo.

– ¿Qué cree que debería hacer el sector para defender su consumo?

– No creo que necesitemos promover más consumo de carne. Lo que tenemos que promover es que consumamos lo que nos toque en cada momento. Tenemos que mandar mensajes, sobre todo a los que vienen detrás de nosotros, para que sean moderados en su consumo, que no se puede hacer del uso el abuso y la carne no es una excepción. Tenemos que hacer de embajadores de un consumo responsable, incluso los que nos dedicamos al sector cárnico.

– Ustedes se caracterizan por la sostenibilidad. Me temo que es algo socorrido, pero es que ustedes sí que se aplican en esa misión. ¿Cómo?

– Nosotros estamos muy sensibilizados con reducir emisiones y con el cuidado del medio ambiente, no somos sostenibles por el hecho de que esté de moda, creemos que es una responsabilidad. Y ya no solo con las emisiones, que por ejemplo tenemos placas solares o depuradoras de última tecnología, sino con la igualdad tanto de género como salarial. Para nosotros la sostenibilidad se divide en tres ejes: medioambiental, laboral y económica. Porque debemos tener una empresa sostenible económicamente para garantizar el bienestar de las personas que formamos parte de ella. Eso también es sostenibilidad.

– La irrupción de la pandemia ha sido sin duda un hito que ha puesto todo patas arriba, también en los hábitos de consumo. ¿Cómo detecta que han evolucionado? ¿Qué quieren ahora los consumidores?

– Es verdad que nos ha puesto patas arriba. Nos ha cambiado todo y mucho. En el tema de cómo se alimentan, que es la parte que nos ocupa, nos convertimos en empresa esencial durante el confinamiento. Los propios consumidores ya nos habían hecho importantes y nos pusieron el reto de que no les faltara cómo comprar en tiempo y forma. De hecho, nos tocaba por responsabilidad no parar y no paramos. Esto fue un reto y conseguimos sacarlo adelante.

– Nos hemos olvidado de lo que fue…hemos ido aceptando ciertas cosas y no somos conscientes de lo que supuso, por ejemplo, en el sector de la alimentación.

– Ha cambiado la forma en la que decidimos consumir, por ejemplo, dejamos de ir a un restaurante a comer y teníamos que hacerlo en casa. Y nosotros que nos dedicamos a hacer productos de buen nivel, de calidad, hemos sido beneficiados. Buscábamos que el consumidor que decidía darse esos homenajes, que antes se daba en un restaurante, lo disfrutara en casa. Que cuando comprara nuestras salchichas de gran calibre, que han crecido mucho en ventas, o nuestros patés para esa celebración disfrutara muchísimo en su entorno hogareño. Ahí estábamos nosotros, en sus celebraciones, y creo que ese papel lo hicimos bien. Y nosotros, pensando no tanto en el negocio y más en las personas, estamos orgullosos de haber sido parte importante en hacer menos duro lo que fue durísimo.

– ¿A qué retos se va a enfrentar Gourmet en 2022?

– Este año creemos que el comportamiento de los consumidores va a seguir estando afectado por la pandemia. Creemos que se va a mantener la tendencia de esos consumidores que nos dieron la oportunidad de meternos en sus hogares entonces y que tienen un recuerdo de que ofrecemos un buen producto. Tenemos presupuestos muy ambiciosos con los platos preparados, hemos desarrollado grandes recetas y ahora nos ha quedado como responsabilidad facilitar más, aún si cabe, la vida a los consumidores. Ahora vamos a lanzar platos preparados de pasta fresca al dente muy potente y una berenjena rellena.

– ¿Qué suponen los platos preparados en su negocio?

Con los platos solucionamos al consumidor lo que quiere, pero no porque lo decidamos nosotros, sino porque nos lo han dicho. Tenemos las redes que antes no las teníamos y ahora sí y nos lo están contando todo el rato. O escuchas y preparas bien lo que te piden o estás perdido. Y nosotros, desde Gourmet estamos muy sensibilizados con esto. Nuestro negocio es donde quieran llevarnos los consumidores, que cada día son más exigentes.

– ¿Y qué valor es la insignia de Gourmet?

– Para nosotros uno de los valores más importantes es el deber de enseñar a los consumidores qué hay detrás de cada producto que deciden comprar en un lineal. La transparencia ya no es un mantra, ha venido para quedarse. Cuando una persona da la vuelta al envase y ve los ingredientes, si tiene más proteína o menos… quiere saber que todo esto que decimos que hacemos lo hacemos de verdad. Si ven que el producto está fabricado por Gourmet nuestra intención es que lo asocie a una compañía sensible con la sostenibilidad que cuida el medioambiente, los animales…esto es un plus porque no va a ser suficiente con que esté bueno el producto. Tiene que estar muy bueno, hacerlo muy bien y además ser sensible con lo que quieres hacer para dejar un mundo mejor que el que has encontrado. Tenemos mucho trabajo, es un no parar. Pero estamos satisfechos y vamos cumpliendo los hitos que nos vamos marcando. Y los perseguimos hasta que los conseguimos.

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