En el reciente Foro de Interfaz sobre “El Valor de lo intangible”, José Manuel Velasco insistió mucho en el valor de la reputación y la marca en las empresas. Para ello, Velasco nos habló como gran experto en comunicación de técnicas diversas que ha utilizado en su carrera y que en la mesa redonda Andrea Villafañe, Elena Ravello y Antonio Ballester detallaron con la utilización de tecnologías diversas, equipos humanos y resultados contables en el buen uso de estos valores.
Pero lo más importante del Foro fue el gran valor añadido que supone la confianza del cliente, los empleados o los proveedores en la marca de la empresa que lanza al mercado productos o servicios. Ser depositario de la confianza de terceros es un valor que no todos tienen en cuenta, como refleja que apenas llega a la mitad la cantidad de empresas que trabajan con los elementos que generan confianza.
La confianza es seducción. Atraer al cliente, llevarlo al tercio donde las dos partes se respetan, fabricar y lanzar los mensajes que atraigan su atención entre los miles de impactos que recibe cada día y mantener el contacto con acciones que le den valor añadido: originales, bien gestionadas y seductoras.
Es una tarea complicada, que necesita de buen asesoramiento. Pero cuenta con una situación a favor: la sociedad en general tiene más confianza en la empresa y en los empresarios que en cualquier otro intermediario social o económico. Y ese ya es un valor importante sobre el que edificar la seducción.
En el último barómetro de este año de la consultora americana Edelman se explicaba la caída en picado de la confianza en políticos, gobiernos y periodistas y el ascenso como referencias de los científicos, los académicos y los empresarios. El informe puede leerlo desde este enlace es digno de interés para cualquiera que quiera trabajar en el conocimiento de la seducción del cliente.
Porque una vez establecida la conexión con el cliente, este ya otorga la confianza a la marca para solucionar sus problemas vitales. La marca pasa a ser parte de su vida. Y cito el mejor ejemplo de proximidad.
La marca Dormitienda, a través de la Fundación del Sueño Mónica Duart, organiza el día 1 de junio una conferencia del médico Mario Alonso Puig en el Salón de actos de la Fundación Bancaja. Una conferencia interesante de un experto en salud emocional.
Pero el valor añadido inicial está en que la Fundación es una iniciativa de Mónica Duart, CEO de Dormitienda, que tiene una extensa red de tiendas de colchones, almohadas y otros utensilios necesarios para un buen sueño.
Y la clave de la seducción a los clientes de Dormitienda es que Mario Alonso Puig va a hablar del valor del sueño para el descanso, lo cual es una mensaje directo al consumidor universal, que en gran parte padece insomnio. Dormitienda, la Fundación y el médico Alonso Puig me van a enseñar a dormir. El gran problema de mi vida y una empresa me propone solucionarlo.
La marca y la reputación son muy importantes, pero la acción de la seducción para generar la confianza del consumidor/cliente acaba siendo el valor definitivo cuando llega la decisión de comprar.
Periodista y comunicador