El próximo 23 de junio se conocerá a quién se otorga el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2022. Este premio se concede desde 1986 reconociendo la labor de entendimiento y convivencia en la paz. El año pasado se premió al cocinero José Andrés, pero también lo han recibido personalidades como Stephen Hawking, Nicolás Castellanos, UNICEF o incluso la escritora JK Rowling.

El profesor Fran Cid inició hace un año un movimiento sin precedentes para que los niños y niñas de España fuesen reconocidos con este premio por su importante labor durante la pandemia. Debemos recordar que durante el 2020 los niños fueron los últimos en abandonar el confinamiento de sus hogares, y que durante todo el curso han mantenido unas estrictas medidas de seguridad en las aulas siendo ejemplo de respeto a las normas y ejemplo de convivencia en lo referido a la COVID-19.

A esta iniciativa se han sumado centenares de personas famosas, como cantantes, actores y deportistas de élite. Además, Fran Cid ha contado con el apoyo incondicional de familias y docentes que reclamaban que se reconozca a los niños con ese premio:

“Los niños han perdido dos años de su infancia, de poder celebrar un cumpleaños con sus abuelitos, o poder jugar en la calle y en los columpios. Han sido dos años en los que la realidad del aula ha cambiado radicalmente y aunque parece que no se note ellos, los pequeños, sí que son conscientes”.

Tras muchos meses coordinando esta propuesta, buscando el apoyo de ayuntamientos, organizaciones gubernamentales y famoso, por fin llega el día, y esta semana será decisiva para saber hasta qué punto se valora la infancia.

No se trata de un premio personal, ni que reconozca la labor de alguien en particular, sino que el objetivo es visibilizar la infancia, visibilizar la necesidad de crear una sociedad que se preocupa por los niños y en la que no miramos a otro lado cuando, tras la pandemia, descubrimos las necesidades de apoyo psicológico de nuestros menores, cuando ahora vemos que muchos jóvenes no están bien y su forma de relacionarse ha cambiado.

Reconocer a los niños con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia es reconocer que no podemos normalizar todos esos problemas y que su manera de superar esta crisis ha sido realmente valiente y corresponsable.

Ojalá, el próximo jueves, podamos escribir que España es un país que valora los esfuerzos no sólo de sus adultos, sino también de sus niños.

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