Todos hemos sido testigos de la espectacular ascensión del formato podcast. Quien más quien menos ha disfrutado de sus archivos de audio favoritos realizando cualquier otra actividad como conducir, correr o cocinar. Pero, como consumidor de este tipo de producto y profesor de Secundaria me pregunté: ¿Podría ser el podcast un buen formato para utilizar en mi profesión? ¿Entenderán mis alumnos el medio? Como formato de divulgación ya sabemos que es muy interesante y útil. Solo por citar uno podemos destacar los podcasts de Historia de España para Selectividad del gran Juan Jesús Pleguezuelos, con millones de escuchas y miles de suscriptores, publicado por Podium Podcasts. Pero… ¿podrán mis alumnos hacer sus propios contenidos utilizando las herramientas de edición de audio y el lenguaje radiofónico?

En un principio la idea resultó algo intimidante, tanto para mis compañeros como para mis estudiantes. Especialmente para estos últimos, que recibieron con escepticismo la novedad por lo que, en un principio, opté por la voluntariedad, por un “queréis” y no un “debéis”.

Mientras tanto, por otro lado, la radio del centro – Radio Los Castillos – comenzó a emitir su programa diario durante los recreos con programas de música, para amenizarnos, pero también de poesía, videojuegos o conmemorativos de efemérides como el 8 de marzo. La experiencia gustaba. Cada vez más chicos se animaban a poner su voz aunque con suerte dispar, todo sea dicho.

Pese a las reticencias iniciales, comenzaron a sentirse cómodos y a entender todas las ventajas que este formato les ofrecía. No necesitaban exponer su imagen, tan importante y deformada en la subjetividad de estas edades; podían usar sus propios dispositivos para grabarse y editar con una calidad, si no profesional, sí bastante aceptable; entraban en un mundo nuevo donde crear sus propios contenidos con un sinfín de posibilidades y, por último, y no menos importante, no eran fácilmente reconocidos por los compañeros de clase (algunos llegaban a utilizar nombres falsos).

Así que fuimos un poco más lejos. El primero fue Pablo, de Ciencias Sociales, que se decidió, con motivo del 40 aniversario del golpe de estado del 23F de 1982, a pedir entrevistas a padres, tíos y abuelos sobre cómo vivieron aquel día, dando lugar a un conjunto de archivos de audio realmente notables que publicamos en la web del centro con bastante orgullo.

En lengua, Marisol y Nieves enseñaron a declamar y, con motivo del Día del libro, pidieron a sus alumnos que grabaran sus poesías favoritas dejando a las profesoras sin habla en más de una ocasión. Y en mi asignatura, Biología, decidí embarcar a mis estudiantes de Bachillerato en la labor de conocer y entrevistar a un científico. Nuestro centro se encuentra dentro de la red STEAM de la Comunidad de Madrid, por lo que pudimos entablar contacto con numerosos investigadores e investigadoras, amables y de mente abierta, que se prestaron desinteresadamente a ser entrevistados por mis estudiantes. El resultado fueron doce deliciosas entrevistas que han sido publicadas en la mediateca de la comunidad de Madrid y que han dejado un recuerdo imborrable en estos futuros descubridores de nuevas vacunas.

Parece mucho pero aún quedaba lo mejor. A final de este curso, en 3º de la ESO, me animé a mandar un trabajo obligatorio sobre la reproducción. Un tema tan peliagudo por lo privado e íntimo como por las múltiples aristas ideológicas y culturales que aún lo rodean y que podría hacerle a uno pensar que se metía en un campo de minas. La idea era simple: deberían entrevistar a sus madres. Investigar cómo fueron los embarazos y los partos que les dieron su inicio, el proceso que les dio la vida. El resultado: 35 entrevistas, algunas con mejor sonido que otras, algunas editadas con música de fondo, entradilla y cierre, otras sólo con el audio en bruto, que son una auténtica delicia. Os animo a escuchar alguna como la de Gema, en la que su madre cuenta el momento en el que sintió la primera patada; o la de Leandro, que nos contó su periplo de náuseas y vómitos hasta el parto en el que una cesárea la llevó a quirófano y cuidados intensivos. O la de Iván, que estuvo varios días en una incubadora; o la de Ruth, adoptada y que tuvo que entrevistar a su abuela poniendo de relieve la evolución de las técnicas quirúrgicas y tocológicas en los últimos 40 años.

Al corregirlos, me ha dado la sensación de que mis alumnos y alumnas han hecho una actividad en la que, tanto progenitoras como descendientes, han compartido algo que habían perdido, un recuerdo de un momento que los unió para siempre.  En cada entrevista se podía sentir el cariño mutuo y la sorpresa de los entrevistadores al oír cosas que desconocían acerca de sus vidas, del principio de sus vidas.

Finalmente les pasé una pequeña encuesta para completar mi primera impresión, tan positiva, y los resultados han sido más que reveladores. En el caso de los trabajos de 1º de Bachillerato, las entrevistas a los científicos, casi la totalidad de los alumnos han calificado con un 9 o un 10 la actividad y han dejado comentarios muy positivos sobre la experiencia y el contacto con científicos de verdad. En el caso de 3º de ESO, la valoración también ha sido positiva con comentarios como “me ha parecido una actividad buena porque antes de hacerla no sabía tanta información sobre el embarazo”, de Daniel, o “esta actividad, aparte de contar para nota, es muy bonita y me ha hecho pasar un buen rato con mi madre”, de Nicolás, o “me ha parecido muy bien la idea de dejarnos editar y poner música, ha estado muy guay”, de Iván.

Os animo a proponer actividades de grabación de audios a vuestros alumnos. Las ventajas son innumerables, tanto para los chicos: mejoran sus capacidades de oratoria, redactan y preparan documentos y se acercan a un tipo de tecnología que desconocían, como es la edición de sonido. También para los docentes, ya que pueden corregirse mientras se realiza otra actividad, reproducirse a más velocidad, trabajar aspectos y competencias diversas y complementarias como la planificación, la redacción, la oratoria y la grabación de audios y edición de los mismos.

Ya os digo. Todo ventajas.

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