“Me temblaban las piernas, mi cara palidecía y no era capaz de hilar más de 3 palabras seguidas sin titubear…»
«Cuando era niño me daba miedo hablar en público. Sin duda alguna era uno de los momentos más temidos para mí.»
«Estoy seguro de no he sido el único en sentir esta sensación. Hablar en público no es fácil, ni para mí, ni para nadie.”
Miedo a quedarse en blanco, a ser juzgados, a quedar en ridículo… No suele ser plato de buen gusto tener que exponerse ante los demás. Sin embargo, a pesar de que casi todos sabemos lo complicado, y a su vez lo importante que es, en España, tradicionalmente, no se han trabajado demasiado las habilidades comunicativas.
Cada día, en la escuela se trabaja más este ámbito, pero aún estamos muy lejos en comparación con otros países.
Hoy Santiago Amador Ruiz, doctor en Educación, asesor de comunicación y campeón de oratoria nos propone cómo trabajar esa oratoria de manera correcta desde las aulas.
No se trata de no fallar, sino de aprender en cada intento
Todos hemos sentido miedo a hablar en público, ni siquiera los Barack Obama, Mario Alonso Puig o Víctor Küppers nacieron enseñados. Todos tuvieron que trabajar muy duro para llegar a ser grandes comunicadores. De hecho, tener miedo a hablar en público es una reacción natural, pero se puede aprender a gestionar con practica y aprendizaje.
Cuando se trabaja la oratoria con niños debemos ser extremadamente cuidadosos pues tratamos con material delicado. Tener que expresar nuestras e ideas y exponernos ante un público puede hacer sentir a los estudiantes en una posición vulnerable.
En lugar de señalar y penalizar los errores, lo cual puede hacer asociar la oratoria con una experiencia negativa. En lugar de eso, sería más adecuado trabajar las habilidades comunicativas creando situaciones comunicativas asociadas al juego, entretenidas y agradables para ellos, y en las que, de paso, extraigamos algún que otro aprendizaje.
Francesco Tonucci “Los aprendizajes más importantes de la vida se hacen jugando”
Los niños no son adultos pequeños. Hay ciertas diferencias entre trabajar la oratoria con niños o con adultos. Cuando trabajamos con niños no prestan tanta atención a lo que pueden pensar los demás, esto es un gran punto a favor, pues ayuda a que quieran participar en las tareas que diseñemos para ellos, sin embargo, debido a su edad no es fácil que asimilen muchos consejos de golpe, por lo que debemos compartir pocos consejos, pero muy claros y concisos cada vez.
Claves que debemos transmitir a los alumnos
- A todos nos cuesta escuchar, sobre todo si la exposición es aburrida
Debemos hacer ver a los estudiantes que en una presentación lo que más importa no es la persona que habla, sino las que escuchan. Si ellos no estuviesen escuchando, tú no estarías hablando. Pero debemos hacerles fácil la tarea de escucharnos, porque a todos nos cansa escuchar.
Es muy importante que nuestra presentación sea amena para el público, porque si se aburren desconectarán y dejarán de escucharte.
- El público no recuerda todo lo que decimos
¿Qué solemos recordar? Lo más repetido, lo más útil, lo que más emociona… escoge muy bien la información que vas a dar y cómo lo vas a hacer, para que recuerden lo que tu consideras más importante.
- No solo escuchamos palabras
Cuando estamos ante una exposición, esta va más allá de las palabras. Nuestro cuerpo, nuestra expresión facial, las emociones que generamos… todo suma cuando hablamos en público.
Ejercicio para trabajar las habilidades comunicativas
IRE – Ligas de debate
Este ejercicio desarrolla las habilidades comunicativas, así como el pensamiento crítico al tener que buscar un punto de vista propio y entender el de los demás. Dividimos la clase en grupos y a su vez cada grupo en 2 equipos. Se selecciona un tema a debatir y se decide que equipos defenderán cada postura. Los temas variarán según el momento evolutivo del alumnado, pero lo ideal es que sean siempre temas divertidos para ellos y sobre todo, que los animen a debatir
¿Qué es mejor la pizza o la hamburguesa? ¿Deberían desaparecer los deberes? A favor/en contra, ¿El recreo debería durar más? A favor/en contra.
Los equipos se colocan enfrente y uno de los alumnos empieza la argumentación.
Podemos introducir el método IRE para guiar sus exposiciones
- I (idea inicial): yo creo que, yo pienso que, desde mi punto de vista…
- R (razonamiento): porque, por estas razones…
- E (evidencia): por ejemplo, queda demostrado en estos casos…
Los alumnos irán pasando una pelota, o bola de papel, en cada uno de los turnos, los cuales estarán limitados en tiempo según la edad de los participantes. Al acabar compartiremos nuestra experiencia. Qué dificultades han encontrado y que les ha gustado más de la actividad. Es aquí donde podemos potenciar esos puntos fuertes que han citado para reforzarlos y, por otro lado, intentar sugerir propuestas de mejora para solventar esas dificultades que han encontrado.
Cuando trabajemos la oratoria debemos ayudar a los alumnos con sus puntos débiles, pero sobre todo animarlos para que sigan desarrollando sus habilidades comunicativas, tanto en clase como fuera de ella, con su familia o con sus amigos.
Las habilidades comunicativas no solo sirven en la escuela, sino que son muy útiles fuera de ella para exponer tus ideas o para relacionarte con otras personas.
Profesor y doctor en Educación
Maestro y escritor. Mejor docente de España 2021 por los Premios Educa Abanca, Educación Primaria.