Fotos: Josele Bort

INTERFAZ estrena su portada con esta entrevista a Carlos Mazón, Presidente de la Diputación de Alicante y del PPCV. Con la difícil misión de levantar al gigante dormido tras años en la oposición, en permanente vigilia preelectoral y construyendo cada día su marca personal como alternativa de poder, el político alicantino desgrana su plan para llegar al Palau de la Generalitat.

¿A qué le suena a usted eso de que le califiquen, algunos, como el  “político de moda”?

– Pues que vendería mi alma al diablo por no ser el político de moda. La moda es una de las cosas menos recomendables que hay para un político porque significa que sus propuestas están de paso. Ahora, si eso lo podemos interpretar como una locomotora para el cambio, por lo que estamos luchando y por lo que hemos empezado este viaje tan emocionante, podría tener un pase.

INTERFAZ es un portal centrado en cuestiones de reputación y marca, en las personas y en las empresas. ¿Cuáles son los valores de la marca Mazón?

– A ver, así a priori, creo en la marca personal de los profesionales pero no tanto en que las personas deban tenerla, y menos en política. No soy una marca, no me gusta utilizar mi nombre y mi apellido, ni el de nadie, como una marca. La marca es el Partido Popular. El Partido Popular del 2021, el Partido Popular del 2022 que lucha por un cambio que vamos a tener que calificar de “radical” en la Comunidad Valenciana. No pensamos quedarnos a medias, vamos hacia un restyling, porque lo que está ocurriendo exige un cambio muy potente.

Pero no me negará que en este caso sí que está fomentando la marca profesional “Mazón”.

– Mire, yo no he venido a formar parte del paisaje, como podrá imaginar. Y las cosas las cambian las personas, eso está clarísimo, y yo tengo claro que tengo mi sello propio y le quiero poner mi matiz, mi forma de ver las cosas y de ejecutarlas, claro que sí, faltaría más. Pero convertirme en palabras o en conceptos como “moda” o “marca” no me gusta, estas definiciones no tienen la profundidad de lo que realmente es y va a ser este proyecto.

¿Y qué le parece a usted eso de la “transversalidad”? ¿Lo considera una virtud en política? Yolanda Díaz, por ejemplo, fomenta esa sensibilidad. Usted mismo es de los pocos políticos de centroderecha que pacta con la izquierda. ¿Eso es transversal?

– A ver, por partes. Yo creo que los grandes creativos y los expertos en comunicación soléis decir que no hay marca buena sin contenido. En ese sentido, yo lo que veo en Yolanda Díaz es una gran actividad de propaganda vacía, porque no veo cuál es la gestión que acompaña a esa marca, no alcanzo a distinguir cuáles son sus propuestas tangibles. Si no estuviera buena la Coca-Cola, sería imposible que la marca hubiera triunfado, y si las zapatillas Adidas no fueran buenas zapatillas, sería imposible que la marca hubiera triunfado. Así que, para mí, Yolanda Díaz, es una marca fallida. Respecto a la transversalidad, a mí es que no me gustan ese tipo de tópicos. No sé si soy transversal y si quieres luego lo ampliamos, pero lo que tengo claro es que el sectarismo debe ser erradicado de la política y de que podemos llegar a acuerdos con quien sea si quien sale beneficiado es el ciudadano.

¿Cree que es este que ahora empieza, el 2022, año electoral y está usted preparado por si hay elecciones anticipadas?

– Si no es electoral, será preelectoral. Con lo cual, en cualquier caso, tenemos que ser conscientes del tiempo en el que estamos viviendo. Yo veo que el reloj del tripartito ha dado la vuelta, y los granos de arena empiezan a ser muy pocos ya, por lo que nosotros vamos a hacer un gran esfuerzo en contarle a todo el mundo lo que queremos hacer en la Comunidad Valenciana por todos los medios, porque la política es una forma de hacer mejor la vida de las personas y de aplicar esas mejoras en la sociedad, y la sociedad tiene que saber exactamente qué le proponemos. Así que este 2022 nos vamos a esmerar en comunicar bien cuales son nuestros objetivos y cómo queremos llevarlos a cabo, porque consideramos que estamos preparados en trasladar a la gente lo que queremos hacer con la Comunidad.

Y el “ON” de Mazón, esa idea, ¿qué lleva detrás y cuáles son sus atributos?

– ON no es solo un logotipo o un juego de palabras, ON significa poner en marcha, despertar a la Comunidad. Mire, el empleo está dormido, la industria está paralizada, la economía no funciona, la Generalitat como servicio público está colapsada, la dependencia está colapsada, las listas de espera están colapsadas, la renta valenciana de inserción está colapsada, las cercanías están colapsadas, la Generalitat Valenciana está colapsada y empieza a ser un gran perjuicio para la Comunidad a la que tiene que servir. Por lo tanto, ON es poner en marcha una revolución fiscal, poner en marcha un plan de choque para el empleo joven, poner en marcha una ley de señas de identidad para proteger nuestro estatuto y nuestra identidad territorial, que se está viendo dañada, y que está siendo acosada. ON quiere decir poner en marcha una adecuada vertebración para la Comunidad Valenciana, poner en marcha un plan de medios e inversiones para simplificar la burocracia y empezar a defender como Dios manda la Comunidad Valenciana en asuntos clave como es el agua, la financiación, las inversiones e infraestructuras, creo que son suficientes motivos para empezar ya. El ON significa que hay que despertar a la Comunidad, porque el colapso de la Generalitat está paralizando a la sociedad valenciana.

Un medio enumeraba recientemente las causas judiciales archivadas al PP. Creo que son 168 casos. Contra el daño reputacional, contra el daño a la marca, ¿qué protocolo de crisis están aplicando? ¿Qué hacen o van a hacer para que cambie esa percepción?  

– Pues mire, vamos a apalancarnos en la gestión. En el orgullo de lo mucho y bien hecho. Eso con respecto al pasado. Y la ilusión de un programa serio de futuro. La inmensa mayoría de los juicios que ha habido contra el PP han sido juicios políticos, auspiciados, cuando no iniciados por partidos políticos de izquierda y muchísimos de ellos están acabando como están acabando. Figuras como Rita Barberá o Francisco Camps, Sonia Castedo en Alicante, son figuras que están viéndose resarcidas de una acusación injustificada. Porque han suido juicios políticos. Y mire, a Ximo Puig -que es quien se llenó la boca del concepto- debo decirle que la hipoteca reputacional que más me preocupa, es la de hoy. Me preocupa la hipoteca reputacional de cómo se cuida a los menores en los centros tutelados. Me preocupa la hipoteca reputacional de los hermanos de Puig. Me preocupa la hipoteca reputacional de la brecha social e incluso territorial que se está agrandando en la Comunidad Valenciana. Me preocupa la hipoteca reputacional de que las tasas de pobreza están aumentando. Me preocupa la hipoteca reputacional de ser récord europeo en paro juvenil, muy por encima de la media nacional que ya es escandalosa. Me preocupa la hipoteca reputacional de las decenas de altos cargos del Botànic que están imputados y procesados y siguen en sus puestos como si no pasara nada, cuando antes, se pedía que rodaran cabezas. La hipoteca reputacional, de verdad, que no de juicios políticos, la tiene hoy el tripartito.

Profundizando en este asunto de los pactos transversales ¿Considera una seña de identidad propia la capacidad de poder llegar a acuerdos con la izquierda? Con Compromís, por ejemplo, en la Diputación de Alicante. ¿Eso tiene ambición de continuidad? ¿Lo ve viable?

– Es que, para mí, si tengo que usar el concepto, esa es la transversalidad de verdad. No la transversalidad fake de Yolanda Díaz. Yo creo que hay una norma que tenemos que instalar definitivamente en la política valenciana y española, y es que las buenas ideas hay que desarrollarlas vengan de quien vengan. Eso significa acabar con los prejuicios. Mire, a nadie se le escapa que yo estoy en las antípodas de Compromís, no es que sea mi adversario político, es que es mi antípoda ideológica. Pero si nos ponemos de acuerdo en plan de accesos a los municipios o un plan de apoyo a los pequeños ayuntamientos, si es una buena idea, la voy a apoyar. Venga de quién venga. Y si estoy de acuerdo con Vox en que hay que bajar impuestos, porque es una obligación moral, pues también estaré encantado. Y si estoy de acuerdo con el Partido Socialista en materia turística, pues les apoyaré. Ojo, aquí se está poniendo cada vez más difícil porque para nosotros la futura implantación de la tasa turística es “casus belli”. Yo es que sueño con una política sin etiquetas y sin medallas falsas.  Todo el mundo tiene derecho a proponer cosas que son buenas, y tenemos que aplaudirlas entre todos. Vengan de donde vengan, aunque sea de nuestro antagonista político. Creo que es una política que no hemos cultivado. Yo he pactado los presupuestos de Alicante con Compromís, y estoy encantado de hacerlo porque creo que es un buen acuerdo, y si es bueno pues el resto me importa poco. Creo que cada día más, los ciudadanos agradecen que seamos fuente de solución y no fuente de agravamiento de problemas.

Pues ya que lo dice ¿Agrava la situación del turismo la tasa turística que empezará a activarse? Cada ayuntamiento la pondrá en marcha, eso parece más razonable o legítimo ¿no?

– No tiene matices, no es razonable. La explicación que están dando no es legítima, es ilegítima, y además es artera. Primera contradicción: el gobierno de la Generalitat Valenciana está pidiendo armonización fiscal en España, básicamente porque como ellos no bajan impuestos, piden a los demás que los suban. Armonizar impuestos es abrir la puerta al diablo, porque la tasa turística es abrir la puerta al diablo. Y miren, es surrealista que por una parte pretendan “armonizar” y por otra dejar a cada municipio que, en función de su signo político, imponga esa tasa turística. Entonces, imagínese: ¿Vamos a hacer a Benidorm competir con Altea? ¿Vamos a hacer a Gandía competir con Xeraco? ¿Vamos a hacer a Benicàssim competir con Peñíscola? ¿Esto es de verdad la armonización fiscal?

Segunda cuestión (Mazón lo plantea de manera sarcástica y retórica…): En el momento en el que estamos con el turismo, después de la chapuza del IMSERSO, después de haber subido las cuotas a los autónomos, después de haber subido impuestos, después de negarse a rebajar los impuestos para la creación de empleo, después de no querer bajar el impuesto de actividades económicas, en pleno contexto Covid, ¿vamos a lastrar todavía más al sector?

Tercera cuestión: el turismo en la Comunidad Valenciana tiene características propias. No es el turismo de Roma, ni París, ni Londres, tiene unas características propias, con un componente de “touroperación”, de negociación vía paquetes de todo incluido, muy importante. Un punto, dos puntos, tres puntos de merma en nuestra competitividad van a lanzar a un porcentaje del mercado a nuestros directos competidores: a Croacia, a Turquía, al Norte de África…. Es bastante evidente entender esto. Y, en cualquier caso, la manía de seguir abriendo la puerta a impuestos con la que está cayendo con la luz, la cesta de la compra, el gas, los carburantes, los planes de pensiones… como está todo, es una irresponsabilidad y una falta de solidaridad tremenda. La explicación es ilegítima. No la tiene. Tasa turística no y nunca.

Oiga, y un político que persigue merecer la confianza dse la gente, a estas alturas del siglo XXI, ¿cómo ausculta su mercado? ¿Cuánto hay de medición, datos, monitorización … y cuanto de intuición?

– Yo soy un convencido de las redes sociales, de las nuevas tecnologías, de la democratización del hecho virtual, porque son herramientas que te proporcionan solvencia e inmediatez en la relación con la ciudadanía.  Sin embargo, nuestro mensaje tiene que ser para todos. Por eso habéis visto que mi primera campaña como líder del PP ha sido en vallas y mupis. Es decir, como toda la vida, en analógico. Habéis visto que una de las pocas ventanas que nos ha permitido el COVID ha sido en la Plaza de Toros de Valencia, no en un macro foro virtual, que también los hacemos ¿eh? y trabajamos en esa dirección. En ese sentido le confieso una cosa: yo soy probablemente el ciudadano de la Comunidad Valenciana que más necesita que pase el COVID, porque yo necesito el contacto, el abrazo, el hablar con la gente. No es solo un instrumento, sino una necesidad personal. Yo soy muy de contacto directo, y lo echo muchísimo de menos. Y más allá de las encuestas traicioneras, que siempre nos obligan a cuestionarnos a nosotros mismos, mi sensación personal, que no es una encuesta pero es mi día a día, me está animando. Mi sensación es que vivimos momentos de cambio y eso lo percibo, lo estoy viendo en los mercados, en las calles, en los parques, lo estoy viendo todos los días.

Estoy viendo que hay verdaderas ganas de abrir una etapa nueva en la Comunidad Valenciana. Mi pequeña encuesta personal me lleva directo hacia esos vientos de cambio que soplan cada vez con más fuerza. Eso es una percepción que no puedo negar y que estoy viviendo.

En ese caso, ¿nos felicitará las navidades el año que viene desde el Palau de la Generalitat?

– Cuando convoque el President -que como sabe usted es el único que puede hacerlo- abordaremos esas elecciones. Sería una buena noticia, no solo para mí, sino porque adelantaríamos el cambio. Yo, si no fuera por el COVID, le estaría pidiendo ya al presidente de la Comunitat que convoque elecciones porque esto ya no puede esperar más.

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