El coche que utilizamos todos los días, los materiales que usamos cuando reformamos nuestra vivienda o los productos que compramos en nuestra frutería están compuestos de química. Así, el químico es el segundo sector más productivo en la Comunidad Valenciana y es, además, transversal a muchos otros. Hablamos con Miguel Burdeos, presidente de la patronal química valenciana (QUIMACOVA) y presidente de la empresa de productos de limpieza SPB, sobre los retos inmediatos a los que se enfrenta un sector que está presente gran parte de la industria española.
– El sector químico es el segundo más productivo en la Comunidad Valenciana, algo que puede sorprender a muchos. ¿Cuál es la dimensión del sector?
En la Comunidad Valenciana el sector químico factura unos 7.000 millones de euros y una de las características que lo define es la productividad, un factor que es consecuencia de que es el que más I+D+i hace en toda la industria. Aproximadamente el 25% de toda la investigación e innovación está producida por el sector químico y está comprobado que quien que más innova y más investiga es más productivo. Igualmente, a raíz de esta circunstancia el químico es uno de los sectores que más exporta, casi el 50% de lo que produce, lo que hace que sea muy competitivo.
– El sector químico está en realidad en muchos otros sectores y es muy transversal, ¿dónde podemos encontrar química?
El 95% de toda la industria utiliza productos químicos, por eso es tan transversal. Un ejemplo podría ser la industria del automóvil, que utiliza líquidos, frenos, plásticos… Es un sector que podríamos pensar que no es químico y que, sin embargo, utiliza infinidad de productos. Igual ocurre con el sector agroalimentario y los fertilizantes, con la industria del mueble y la madera (barnices, recubrimientos) o en el ámbito de la construcción con pinturas, recubrimientos de suelos, paredes, etcétera.
– Hablemos de la coyuntura económica actual. Usted tiene el balance de cómo está afectando sector, como presidente de QUIMACOVA, pero también porque lo está viviendo al frente de SPB, una de las empresas químicas más importantes de la Comunidad Valenciana. ¿En qué situación se encuentra el sector?
Es un sector muy afectado por los cambios actuales, en especial por la situación de la energía, ya que es energéticamente muy dependiente, como también lo es las materias primas que se producen. Eso hace que exista una gran influencia del aumento de costes de los productos, no solamente los costes energéticos de los procesos, que son comunes a todas las industrias, sino en la recepción de las materias primas. Actualmente el mercado de materias primas está disparado debido a esto y porque algunas de ellas vienen de países que están ahora en conflicto, por ejemplo, algunos metales especiales. Influye también el auge del crecimiento de coste de los fletes, pues muchos de los productos químicos se están importando de países como China o India. Por lo tanto, es un sector que en este momento está esforzándose en absorber todo esto y cuenta con la dificultad de transmitir estos aumentos de costes a la sociedad, debido a otro factor como es la alta inflación en España y también en Europa.
– ¿Qué soluciones podrían dar desde el sector químico para revertir esta tendencia?
Apostamos por la innovación para mejorar de manera continua los procesos, eso es constante y lo llevamos haciendo mucho tiempo, pero creo que donde más cambio puede haber es en la evolución de las materias primas, en buscar alternativas que puedan suplir a los productos que en algunos momentos tienen una dificultad de suministro o excesivos precios. Es muy interesante también invertir en las zonas más cercanas posibles para que no dependamos de suministradores lejanos a los que les influye el aumento del coste de los fletes.
– ¿Qué cree que deberían hacer las autoridades para revertir esta tendencia económica?
Evidentemente debería haber una menor presión fiscal para la industria que fomente su desarrollo e inversiones, con lo cual lo que deberían hacer es ajustar los costes de la administración pública que pagamos entre todos. Si el gasto público aumenta y hace que seamos menos competitivos. También se debería fomentar y agilizar la burocracia de tramitaciones, licencias o actividades de la industria, convendría acercarse a esta realidad y bajar un poco los pies a la tierra.
– ¿Cuáles son los próximos retos a los que se va a enfrentar el sector químico?
El reto más importante en el medio o largo plazo es la sostenibilidad medioambiental. Sabemos a dónde tenemos que llegar, ahora hay que ver cómo lo hacemos, en qué tiempos y que sea compatible con nuestra actividad, para que las empresas puedan asimilarlo. Los plazos que se están dando son muy cortos, se hicieron hace varios años sin tener en cuenta todas las circunstancias que nos han ocurrido empezando por el Covid y siguiendo por la guerra de Ucrania. Teniendo en cuenta esto habría que flexibilizar más esos plazos para que sean acordes a la situación y se puedan cumplir. La sostenibilidad es hoy en día un objetivo de todas las empresas, y del sector químico por supuesto, y esta sostenibilidad tiene que ser posible. Si te dan unas metas casi imposibles de alcanzar, por mucho esfuerzo que se haga o buena intención que se tenga no se va a poder llegar en los plazos fijados.
– ¿Qué medidas pioneras llevan a cabo las empresas químicas para cumplir con el reto de la sostenibilidad?
La industria está enfocada tanto en mejorar el diseño del producto, para que sea sostenible, como los procedimientos, siempre teniendo en cuenta que sean muy eficientes para conseguir los objetivos de sostenibilidad. Igualmente se está innovando en los materiales para que sean mucho más sostenibles, que también depende de la investigación y el desarrollo. Es algo en lo que estamos trabajando desde hace bastantes años, no empezamos ahora de cero. Puede ser que con la irrupción de la pandemia se hayan acelerado y mejorado muchos procedimientos y la digitalización también ha ayudado. En definitiva, nos va a ayudar a conseguir la sostenibilidad una suma de vectores que van desde el diseño del producto hasta el momento en que se pone en el mercado y se consume.
– En esta línea, desde QUIMACOVA han creado e impulsado el primer salón químico en la Comunidad Valenciana: Eco Chemical Solutions, ¿cómo nace la idea?
Nace por la necesidad de las empresas y los institutos tecnológicos de poner en conocimiento del resto lo que están haciendo en materia de sostenibilidad. Comunicar lo que se hace, las buenas prácticas, es importante para contribuir a que el sector avance en ese sentido. Por eso Eco Chemical Solutions no es una exposición para vender, sino para mejorar el conocimiento de toda la industria y centros de investigación.
– ¿Cuáles son los objetivos de este nuevo salón?
Básicamente poder llegar al Green Deal europeo para 2030. Queremos contribuir a fortalecer a todo el sector comunicando los conocimientos que tenemos para cumplir los plazos asignados. Y este foro es una forma de acelerar esto entre todas las empresas del sector, a través de la comunicación entre ellas, para que puedan ir más deprisa de lo que por sus propios medios irían. Y no solamente están invitadas empresas puramente químicas, sino todo el que esté colaborando con estas compañías para conseguir medios tecnológicos que nos permitan llegar a nuestro objetivo de sostenibilidad. Esta primera edición vamos a trabajar para que sea un éxito, hemos aprovechado para organizarla en el marco de Ecofira, no hemos ido a hacer una feria exclusiva sino que estamos al amparo de los que hacen transformación y reciclaje por parte de la administración. Es una buena manera de empezar y en función del éxito veremos cómo lo enfocamos en siguientes ediciones.
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