La cantante Rigoberta Bandini ha difundido a través de sus redes sociales la iniciativa solidaria “La Venuseta” impulsada por Helados Bayarri, heladería artesana de Puzol. Se trata de un polo solidario con forma de Venus de Nilo que tiene el objetivo de sensibilizar y recaudar fondos a favor de diversos proyectos oncológicos de INCLIVA (Instituto de Investigación del Hospital Clínico y la Universitat de València). Esta difusión solidaria ha coincidido con la presencia de la cantante en Valencia, donde ha actuado dos noches consecutivas.
La popularidad de Rigoberta Bandini se ha multiplicado este año como candidata al Festival de Eurovisión, precisamente con “Ay, mamá”, una canción que defiende la feminidad y los cuerpos de las mujeres con frases como: «No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas. Sin ellas no habría humanidad ni habría belleza». De este modo, la cantante no ha dudado en apoyar el proyecto y animar a sus fans a realizar una donación para impulsar los proyectos de investigación de INCLIVA contra el cáncer.
El proyecto solidario recomendado por ella nace algo más de un año, cuando a María Jesús González, dueña de Helados Bayarri, le diagnostican un cáncer de mama subtipo HER2 Positivo. El oncólogo encargado de llevar su caso era un amigo muy cercano, el doctor Juan Miguel Cejalvo, responsable del grupo de investigación de Biología de Cáncer de Mama de INCLIVA, dentro del equipo de la Dra. Ana Lluch. Desde entonces, María Jesús inicia un proceso de recaudación de fondos a favor de INCLIVA y, muy pronto, la idea inicial cobra vida con el nacimiento de “La Venuseta”: un polo solidario con la forma de la Venus de Milo.
La Venuseta representa un giro conceptual y simbólico de la Venus de Milo original, ya que está rediseñada con un solo pecho para homenajear a todas las personas que han sufrido la enfermedad y han pasado por el trauma de la mastectomía.
INCLIVA, acreditado por el Instituto de Salud Carlos III, es una de las fundaciones afiliadas a la Asociación Valenciana de Fundaciones. Participa activamente, durante sus más de veinte años de existencia, en programas de investigación propios y en proyectos internacionales; en áreas como la oncología, la salud cardiovascular, el metabolismo y el daño orgánico y la medicina reproductiva. Todas estas áreas permiten detectar de forma precoz muchas enfermedades y avanzar hacia una medicina de precisión con tratamientos cada vez más personalizados y con menos efectos secundarios.
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