Miguel Ángel Molina ha sido cocinero antes que fraile en Tomarial Abogados, Economistas y Consultores. Se incorporó al despacho en 2008 y ha desarrollado su carrera profesional en este despacho valenciano: desde la base hasta convertirse en consejero delegado. Por eso tiene muy claro que la retención de talento es clave para ser competitivo y prioriza el plan de carrera para su equipo como una de las claves para que Tomarial siga siendo un referente en la asesoría global a empresas.

– Consejero delegado de Tomarial desde enero de este año. Ha llegado al cargo con menos de 40 años. ¿Cómo ha afrontado este desafío?

– La verdad es que afronto este desafío con mucho orgullo y una gran satisfacción: para mí es todo un premio asumir la dirección ejecutiva del despacho en el cual he desarrollado toda mi carrera profesional. Pero también supone una gran responsabilidad liderar una firma que actualmente cuenta con una plantilla de 35 profesionales, cinco colaboradores externos y cuatro socios.

– Su caso es paradigmático de carrera profesional dentro de un despacho. Entró en Tomarial en 2008, es socio del Área de Fiscal desde 2017 y ahora asume el mayor cargo ejecutivo de la firma. ¿Cómo ha sido este viaje profesional?

– Me considero una persona que siempre intenta mirar al futuro, pero es muy difícil en determinados momentos no echar la vista hacia atrás. Son prácticamente 16 años de ejercicio profesional en la misma firma, en un sector como la asesoría de empresa, donde se viven todo tipo de situaciones, algunas de ellas complicadas. Pero en términos generales la valoración es muy positiva e insisto, para mí es un placer todo el recorrido y desarrollo de carrera profesional que he podido vivir en Tomarial. Me he desarrollado como profesional y como persona aquí. Me siento muy afortunado del equipo de profesionales que me han acompañado hasta aquí. Sin ellos, hubiese sido prácticamente imposible. Y, por supuesto, con la confianza que han depositado y que continúan depositando nuestros clientes, a los cuales les estoy y estaré siempre muy agradecido.

– Imagino que su caso le anima a fomentar la carrera profesional dentro del equipo de Tomarial. ¿Cómo afrontan la retención del talento en su estructura?

– Efectivamente, mi caso es un claro ejemplo de desarrollo de carrera profesional. Inicié las prácticas en Tomarial y aquí sigo todavía. La retención del talento es uno de los grandes desafíos que está viviendo nuestro sector. Los tiempos cambian y, por tanto, los intereses y prioridades de los profesionales también. En nuestro caso estamos aplicando una receta que consiste en escuchar y atender al profesional, conocer sus inquietudes, que se sienta respaldado por la dirección, ofreciéndole flexibilidad, conciliación y un paquete retributivo acorde a las funciones, responsabilidades asumidas y resultados obtenidos.

– El plan estratégico que han lanzado bajo su dirección y con Tomás Vázquez Lépinette en la presidencia de Tomarial se ha enfocado en el concepto “boutique”. ¿Qué implica este cambio de estrategia?

– En nuestro sector se tiende a centrar los esfuerzos en incrementar todos los años la facturación y el tamaño de las carteras de los clientes. En mi opinión, es un modelo que no funciona pues una asunción masiva de clientes y trabajos no te permite prestar de manera óptima un servicio profesionalizado y personalizado. Preferimos gestionar clientes pudiendo aportar un mayor valor añadido, con un alto grado de especialización, sin perder de vista la inmediatez y proactividad brindando un servicio de la máxima calidad y cercanía. Para ello hemos incorporado nuevos profesionales, con el fin de poder cumplir perfectamente con este objetivo.

No queremos en ningún caso tener la sensación, ni que nuestros clientes tampoco la tengan, de que trabajamos como una “churrería” (con todos mis respetos) y que asumimos cualquier cliente o trabajo. Preferimos valorar previamente si al cliente vamos a poder darle el mejor servicio y lo que precisa de nosotros.

– Rejuvenecer el despacho y modernizar su estructura. Son otros de sus objetivos primordiales. ¿Cómo se está llevando a cabo y qué reflejo va a tener eso en la atención al cliente?

– Estamos apostando por una dirección joven y moderna en todos los departamentos, pero con amplia experiencia en el asesoramiento empresarial. Nuestro objetivo a corto plazo es incorporar más socios a nuestra estructura. Respecto a la modernización, estamos creando equipos para que atiendan determinados asuntos que requieren de una especialización muy concreta, como por ejemplo en operaciones de fusiones y adquisiciones de empresas (M&A). También hemos potenciado nuestra área de contencioso tributario y hemos incorporado una gerente para liderar todo el proceso de tramitación documental que se lleva a cabo por Euro Business Server.

– ¿Qué diferencia a Tomarial de otros despachos? ¿Cuáles son sus señas de identidad?

– Si tuviera que destacar la principal seña de identidad de Tomarial sería la cercanía con el cliente. No nos gusta que el cliente nos llame o nos requiera únicamente para una consulta técnica. Queremos y trabajamos para que el cliente nos vea como un partner más en su negocio. Alguien en quien confiar todos sus asuntos. Tenemos una vocación de relación a largo plazo, de acompañamiento al cliente en todas sus fases. Iniciativa, cercanía, proactividad, solvencia y especialización también son valores y señas de identidad que caracterizan el servicio que presta Tomarial.

– Como experto en fiscalidad, ¿Cómo está afectando el aumento de la presión fiscal a la actividad empresarial?

– Por desgracia, el aumento de la presión fiscal está derivando en un incremento de las obligaciones tributarias que afectan a las empresas y empresarios. Cada vez, son más y cualquier error puede suponer un coste fiscal muy importante. Además, la actuación recaudatoria e inspectora de la administración tributaria está suponiendo un incremento considerable de actuaciones, liquidaciones y sanciones. Se está generando una importante litigiosidad, que a su vez supone un colapso en las instancias jurisdiccionales.

También cabe destacar que la deficiente técnica legislativa está suponiendo pronunciamientos del Tribunal Constitucional anulando medidas tributarias que han desembocado en numerosos procedimientos de reclamación frente a la Administración y la reacción de esta no ha sido otra que endurecer la normativa que fue derogada, añadiendo con ello un plus de incremento de litigiosidad.

– Dentro de su área se creó hace años un departamento especializado en contencioso-tributario, avalado por el éxito de resultados. ¿Cuál ha sido su evolución?

– Efectivamente, en el año 2017, tras comprobar la demanda de nuestros clientes, decidimos crear un departamento propio de procedimientos tributarios (Tax Litigation) que ha tenido un crecimiento muy importante en los últimos años. Está funcionando muy bien y estamos en proceso de incorporar a otro profesional para potenciarlo, dado el volumen de asuntos y expedientes que estamos gestionando actualmente.

– Tomarial tiene otras áreas de servicio especializadas que también aportan un valor añadido estratégico a algunos clientes, como el asesoramiento a family office, la especialización en el sector agroalimentario… ¿Es el camino a seguir?

– Así lo creemos y por eso forma parte de nuestro plan estratégico 2024-2027. Estamos creando equipos que puedan prestar un servicio integral en determinadas áreas que requieren un nivel de especialización elevado, como es el asesoramiento en empresa familiar, operaciones de M&A, sector retail e inmobiliario.

– Desde la pandemia, las empresas han tenido que adaptarse al cumplimiento de un aluvión de normativa de todo tipo, pero especialmente laboral. ¿Eso ha supuesto un cambio en la relación con el cliente y los servicios?

– Por supuesto. Todavía recuerdo en marzo del 2020 cuando las modificaciones laborales, tan importantes como los ERTE por fuerza mayor, por ejemplo, se publicaban en el BOE a última hora de la noche con efectos en el día siguiente. Fue una época muy intensa para los departamentos laborales de los despachos. Ello, sin duda, supuso un cambio en la relación y prestación del servicio con el cliente. Tampoco podemos olvidar el presente en materia laboral con las obligaciones de protocolos en materia de acoso laboral, planes de igualdad, fichaje horario, la reducción de la jornada laboral que está por venir, etcétera. Muchas empresas todavía no son conscientes del futuro que nos espera. Les recomendaría que estén totalmente preparadas y se asesoren adecuadamente.

– ¿Cómo se imagina el futuro de la firma? ¿Cómo le gustaría que fuera Tomarial en 2027, tras la implementación de su plan estratégico?

– Soy más de vivir el presente que el futuro, pero me gustaría que en el 2027 Tomarial fuese una firma aún más “conocida” y “reconocida” por sus clientes y por la sociedad civil valenciana, porque no debemos olvidar que Tomarial es una firma con ADN valenciano. Espero seguir contando con un equipo de grandes profesionales y mejores personas que presten un servicio de alto valor añadido al cliente con un fuerte componente de especialización.

Pin It on Pinterest