Nadie mejor que Gustavo Benavent hace suya la famosa frase de Confucio: “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Aficionado a la náutica desde pequeño, debutó como regatista en la America’s Cup en 1995, ha dado la vuelta a España navegando y ha competido en más de 10 ocasiones en la Copa del Rey. Su trayectoria deportiva y profesional le ha llevado a construir el proyecto más ilusionante de su vida: Valencia Mar, el puerto deportivo valenciano que, con él al timón, ha conseguido colgar el cartel de completo en tan solo 3 años y medio.
– Usted ha construido Valencia Mar desde cero. ¿Cómo lo ha conseguido?
– Hoy en día Valencia Mar da vida a la antigua marina Cyes, una base náutica que estaba totalmente abandonada y en desuso. Lo primero que planteamos fue rodearnos de un buen equipo y, gracias a esto, hemos logrado crecer de manera exponencial. Quería aprovechar este momento para agradecerles a todos su esfuerzo y dedicación. Cogí el proyecto con mucha ilusión, con el objetivo de exprimir al máximo su enorme potencial, y empezamos a traer barcos para convertirla en un puerto deportivo de referencia en Valencia. Y en eso estamos. En poco más de tres años hemos conseguido plena ocupación, contamos con 450 embarcaciones. Desde la Copa América, Valencia se ha consolidado como una ciudad de cliente internacional y actualmente el 55% de los nuestros clientes son extranjeros. Confían en nosotros para dejar hibernando su barco en invierno, para en verano navegar a las Islas Baleares o la Costa Blanca. Es la marina más segura del Mediterráneo.
– Regatista, economista, gestor de puertos y ahora director de Valencia Mar. Siempre vinculado a la náutica…
– La afición por navegar me viene desde pequeño, cuando mis padres compraron un barco y descubrí mi pasión por la vela. A partir de ahí empecé a navegar con amigos, di la vuelta a España en 1993 y, cuando empecé a mejorar, decidí orientar mi futuro laboral al sector náutico. Estudiaba Económicas mientras hacía regatas de alto nivel: representé al equipo español en la America’s Cup de 1995 y he competido en la Copa del Rey en más de 10 ocasiones. Con mi experiencia como regatista, traté de juntar mi afición con mi trabajo. Ahí empezó mi andadura como gestor de puertos. Tras 8 años como gerente del Club Náutico de Calpe, me trasladé a Valencia para gestionar los megayates de la Copa América. Una década después, formando parte de la Marina de Valencia, organizamos otra Copa América con Alinghi, y luego me ofrecieron el reto de Valencia Mar.
– ¿Qué diferencia a Valencia Mar de otros puertos deportivos?
– Hemos estrenado un nuevo concepto de amarres con fingers, que destacan por su seguridad y favorecen una maniobra mucho más sencilla a un precio más ajustado de lo habitual. También nos diferencia el uso que hacemos del espacio, nos encontramos en el punto medio entre lo cerrado que puede ser un club náutico y lo abierta que puede ser una marina pública, y es ahí donde queremos mantenernos.
– El circuito europeo de la 69F Cup aterriza en Valencia Mar ahora en abril. ¿Cómo será este evento deportivo nunca visto en Valencia?
– Una de nuestras prioridades es traer eventos deportivos. Vamos a acoger el primer gran circuito de regatas de la modalidad 69F, auténticos “barcos voladores” con hidrofoils que pueden volar sobre el agua al doble de la velocidad del viento. Queremos que la gente se acerque a vivir el espectáculo. Son 11 barcos navegando a la vez, volando a un metro del agua en regatas rápidas de 15 minutos. Y lo mejor es que ponemos a disposición del público un barco de invitados para que puedan vivir la adrenalina de las regatas en primera persona. Además del torneo, hemos llegado a un acuerdo de 3 años con el Team 69F para organizar un Winter Camp en el que recibiremos a equipos extranjeros en invierno.
– ¿Es comparable a la America’s Cup por espectacularidad?
– Sí, sin duda. Del 12 al 23 de abril vamos a revivir en pequeño lo que es la Copa América. Tras tres días de entrenamientos oficiales, el 15, 16 y 17 de abril se disputa el “Gran Prix 1 Valencia”. La siguiente ronda de regatas – el “Gran Prix 1.2” – se disputará del 21 al 23 de abril. Un proyecto con el que pretendemos devolver a Valencia la ilusión de una competición de alto nivel después de la partida de la America’s Cup a Barcelona.
– ¿Cree que Valencia podría haber hecho más para retener la competición?
– Como empresa náutica nos parece que la marcha de la Copa América a Barcelona es una noticia muy mala para Valencia. Lejos de entrar en las negociaciones políticas, considero que se tendría que haber hecho un esfuerzo mayor. Valencia ya conoce lo que es una Copa América, tenemos unas infraestructuras estupendas que se podrían aprovechar. Sin mencionar todo el retorno económico, porque en su día, según datos del IVIE, Valencia consiguió 2.274 millones de euros. Y eso no es todo. Quiero resaltar que, si se llega a organizar esta Copa América, dos de los posibles ganadores – Alinghi y Team New Zealand – hubiesen buscado una sede como Valencia para la siguiente competición. Con lo cual, acoger esta podría haber provocado una siguiente y consolidarnos como la sede europea de referencia para la Copa América.
– Siempre se ha dicho que Valencia vive de espaldas al mar. ¿Valencia Mar desmiente esta afirmación?
– Cada vez está más en boga conseguir la integración del puerto con la ciudad para que el ciudadano pueda disfrutar de un espacio único que solo tenemos las ciudades con mar. Valencia Mar es uno de los ejemplos. Además de impulsar al máximo la náutica pura y dura, estamos intentando integrar a familias, a gente de Valencia que quiera venir y pasar un día aquí, a través de una amplia oferta de actividades náuticas, eventos y restauración. La ciudad, con la Marina de Valencia, el Real Club Náutico y ahora Valencia Mar, ya está empezando a mirar al mar. La Copa América ha conseguido que la zona portuaria, que antiguamente estaba muy deteriorada, se haya renovado para crear una zona de ocio.
– También estáis celebrando eventos gastronómicos.
– Sí, este año hemos llenado el aforo en la tercera edición de nuestro Concurso de Paella Marinera. Nos dimos cuenta de que disponemos de espacios espectaculares, con unos atardeceres que hay que venir a verlos. Con este evento abrimos la puerta a los participantes a homenajear la náutica y la cultura valenciana en un mismo encuentro. Aúna tradición gastronómica y el mar, dos de los activos más importantes que tenemos en Valencia.
– Actualmente ¿qué servicios de restauración ofrecéis?
– Estamos focalizados en que las familias vengan a pasar el día, disfruten de una jornada agradable y coman bien. Para eso tenemos dos restaurantes – “Valparaíso” y “La Barraquita” – y este último ofrece un espacio muy especial para nosotros: una playa artificial y sostenible que utiliza el agua del mar evitando sistemas de depuración químicos. Este verano traemos novedades… Vamos a instalar foodtrucks y estamos seguros de que tendrán mucho éxito.
– ¿Dónde pone el foco para el futuro de Valencia Mar?
– La sostenibilidad es clave en este proyecto. Ponemos en marcha a diario todo tipo de procedimientos para minimizar al máximo nuestra huella. Queremos crear conciencia y por eso hemos puesto en marcha talleres dirigidos a empresas que trabajan en Valencia Mar: una labor de comunicación para informarles sobre procesos y procedimientos sostenibles, como el uso de jabones que no sean dañinos para el mar, sistemas de recogida de residuos y optimización de energía eléctrica. Yo destacaría el sistema de salabres para que cualquier persona que vea residuos en el mar pueda limpiar la lámina de agua. También utilizamos placas solares, hemos instalado en el parking luces LED, recogemos semanalmente los residuos del mar y hay contenedores al final de cada pantalán. Nuestras instalaciones ofrecen puntos limpios con cartelería que indica el lugar donde depositar cada residuo. Somos conscientes de que nos dedicamos a la náutica en uno de los medios más preciados que existe: el mar Mediterráneo. Y es nuestra obligación prioritaria cuidarlo.
Periodista